Transformación Digital en Salud: ¿Por qué las decisiones técnicas también son decisiones de negocio?

Transformación Digital en Salud: ¿Por qué las decisiones técnicas también son decisiones de negocio?

Mientras la transformación digital en salud se consolida como imperativo estratégico, los sistemas sanitarios avanzan hacia modelos más integrados, predictivos y centrados en el paciente. 

Sin embargo, en este camino persiste un desafío estructural: la brecha entre lo tecnológico y lo normativo. Cuando esa distancia se amplía, incluso las soluciones más innovadoras pueden fallar.

Co mo explica Sandra Escobar Espinosa, Healthcare Lead de Conexia, en el sector salud, la tecnología por sí sola no garantiza el éxito. Las decisiones técnicas deben alinearse con el marco normativo y los objetivos estratégicos del sistema sanitario. 

“No se trata solo de elegir la mejor herramienta, sino de asegurar que su implementación sea viable, ética y sostenible”, destaca nuestra experta.

En un ámbito donde la seguridad del paciente, la protección de datos y la eficiencia operativa conviven en tensión constante, las decisiones técnicas nunca son neutras. 

Cada elección sobre infraestructura, interoperabilidad, arquitectura de datos o inteligencia artificial impacta directamente en la sostenibilidad financiera, la calidad de atención y la reputación de las organizaciones.

Tecnología, normativa y estrategia: un triángulo inseparable

“La Organización Panamericana de la Salud (OPS) destaca que una transformación digital efectiva requiere una sólida gobernanza y cumplimiento normativo”, remarca Escobar Espinosa. 

“Esto no es opcional, es el fundamento sobre el cual se construyen soluciones escalables y seguras”, apunta.

No se trata de un requisito burocrático: es la condición mínima para que los proyectos alcancen el impacto esperado.

En la práctica, esto significa que los equipos técnicos no pueden trabajar aislados y que las áreas de negocio no pueden impulsar iniciativas sin comprender las implicancias regulatorias. 

La innovación en salud ocurre cuando estos tres pilares se integran:

  • Tecnología, para habilitar nuevos modelos de atención.
  • Negocio, para garantizar sostenibilidad y escalabilidad.
  • Normativa, para asegurar seguridad, transparencia y confianza.

Desconectar cualquiera de estos elementos debilita la estrategia.

Por ello, Sandra Escobar Espinosa enfatiza que adoptar tecnología sin tener en cuenta la normativa puede generar:

  • Inversiones ineficientes.
  • Brechas de interoperabilidad.
  • Riesgos legales. 

“Lo técnico es estratégico. La ventaja competitiva en salud digital nace de integrar innovación con cumplimiento”, advierte.

La decisión tecnológica es una decisión de negocio

Cuando una aseguradora o un prestador elige una nueva plataforma para gestionar las historias clínicas electrónicas, no evalúa solo funcionalidades. Analiza tiempos de respuesta, carga operativa, riesgos de interoperabilidad, posibilidad de auditorías y capacidad de cumplir con estándares nacionales e internacionales.

Cada decisión técnica tiene efectos comerciales y estratégicos:

  • Costos operativos: elegir tecnologías no alineadas con la normativa implica reprocesos, ajustes y retrabajos costosos.
  • Riesgos legales: incumplimientos en protección de datos pueden resultar en sanciones y pérdida de confianza.
  • Eficiencia del modelo de atención: una arquitectura técnica mal diseñada puede enlentecer procesos clínicos críticos.
  • Imagen institucional: fallos de seguridad o discontinuidades del servicio afectan la percepción de calidad.

En salud, “lo técnico” es parte estructural del modelo de negocio.

Inteligencia artificial: el ejemplo más claro de esta convergencia

Un ejemplo clave es el uso de la inteligencia artificial. “Su éxito depende tanto de su capacidad técnica como del marco regulador que lo habilita”, explica la Healthcare Lead de Conexia.

La IA aplicada al sector salud ya demuestra su valor en múltiples aplicaciones. Entre ellas el diagnóstico asistido, la priorización de casos, el análisis poblacional y la automatización administrativa. 

Pero su adopción está fuertemente condicionada por los siguientes factores:

  • Regulaciones sobre uso de datos sensibles.
  • Requisitos de transparencia y explicabilidad de algoritmos.
  • Necesidad de supervisión humana.
  • Marcos éticos de riesgo aceptable.

Por eso surgen los sandboxes regulatorios, entornos controlados que permiten experimentar sin comprometer la integridad del sistema sanitario. Una prueba de que la innovación regulatoria es tan importante como la innovación tecnológica.

“Los sandboxes regulatorios permiten explorar estas soluciones con responsabilidad y visión de futuro”, sostiene Escobar Espinosa.

La pregunta, entonces, ya no es solo si la IA funciona. La pregunta es si puede y debe implementarse según los marcos regulatorios vigentes.

Interoperabilidad: cuál es el costo de no alinear estrategia y regulación

Las iniciativas de interoperabilidad muestran de manera contundente las consecuencias de no integrar visión de negocio y visión normativa:

  • Sistemas que no se comunican entre sí.
  • Proyectos duplicados.
  • Aumentos en la carga administrativa.
  • Pérdida de información clave para la toma de decisiones clínicas.

Cuando un proyecto ignora estándares nacionales o internacionales —como HL7 o FHIR— o políticas locales de historia clínica electrónica, la organización queda atrapada en soluciones aisladas que limitan la capacidad de crecimiento y de integrar nuevas tecnologías.

La interoperabilidad no es solo un requerimiento técnico: es una decisión estratégica de sostenibilidad operativa.

Hacia un modelo de transformación digital integral

Las organizaciones que lideran la transformación en salud comparten un patrón: tratan a cada proyecto tecnológico como una decisión de negocio. 

Esto implica:

  • Evaluar el impacto regulatorio desde el diseño, no una vez implementado.
  • Integrar áreas técnicas, legales y de negocio en un comité de gobernanza digital.
  • Asegurar que cada solución pueda escalar ética y operativamente.
  • Priorizar tecnologías alineadas con estándares sectoriales.
  • Medir el impacto en la experiencia del paciente y en los resultados clínicos.

Una transformación digital en salud sostenible necesita más que herramientas innovadoras: requiere alineación estratégica, gobernanza clara y decisiones basadas en evidencia.

Innovar sí, pero con fundamento

“La transformación digital en salud no es solo un proyecto tecnológico. Es una decisión de negocio, y como tal, debe ser planificada con una mirada integral, regulatoria y centrada en el impacto”, analiza Sandra Escobar Espinosa.

Es un cambio profundo en la forma en que las organizaciones diseñan su futuro, que requiere anticipar riesgos, comprender la normativa vigente y mantener una visión clara del impacto en el negocio y el sistema sanitario.

En este contexto, la pregunta clave para cualquier organización del sector salud es: ¿Estás alineando tus decisiones tecnológicas con la normativa y los objetivos estratégicos de la salud digital?

Si está buscando garantizar que en su aseguradora no exista una brecha entre lo tecnológico y lo normativo, le proponemos conocer nuestra plataforma Suite Conexia: https://conexia.com/soluciones/ 

Fuente: https://www.linkedin.com/posts/activity-7331693718179086336-PGE9?utm_source=share&utm_medium=member_android&rcm=ACoAAAzuHQUB2DehVgCKigEZeZnKjocIjA72JtQ 

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