La gestión de datos en el sector salud se ha convertido en uno de los pilares fundamentales para impulsar la transformación digital y mejorar la calidad del servicio en América Latina. En un entorno donde la información médica es cada vez más compleja y voluminosa, contar con sistemas eficientes y seguros que integren, analicen y utilicen estos datos en tiempo real es clave para lograr decisiones basadas en evidencia, diagnósticos precisos y una atención centrada en el paciente.
¿Por qué es clave la gestión de datos en salud?
La digitalización del sector salud trae consigo numerosos beneficios. Uno de los más importantes es la capacidad de recopilar y utilizar información médica de forma estructurada y eficiente. Desde historiales clínicos hasta resultados de estudios y registros de tratamientos, estos datos permiten:
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Mejorar la continuidad del cuidado entre distintos niveles de atención.
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Personalizar tratamientos de acuerdo con las condiciones particulares de cada paciente.
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Detectar errores médicos antes de que ocurran.
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Reducir costos operativos a través del análisis inteligente de recursos.
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Monitorear tendencias epidemiológicas para una respuesta rápida ante crisis sanitarias.
El uso estratégico de la información, apoyado por herramientas como Big Data, analítica avanzada e inteligencia artificial (IA), está cambiando la forma en que prestadores, aseguradoras y gobiernos planifican y ejecutan sus servicios de salud.
La visión regional: experiencias en HIMSS25
Durante la edición 2025 de la HIMSS Global Health Conference & Exhibition (HIMSS25), referentes de instituciones de salud latinoamericanas compartieron sus avances, desafíos y aprendizajes en materia de gestión de datos. A continuación, algunos testimonios clave:
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Alejandro Gil Luna, Director General de hospitales TecSalud (México), remarcó el objetivo de extraer datos de documentos físicos y digitalizados (como PDF) para integrarlos en sistemas actualizados. Uno de los principales retos que enfrenta es el cruce de información entre distintas organizaciones.
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Matías Cortiñas, CIO del Hospital Universitario Austral (Argentina), señaló que su enfoque de transformación digital gira en torno a la generación de datos útiles, los cuales permiten tomar decisiones estratégicas basadas en información concreta.
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Desde Perú, Álvaro Tacchi Mc Innes, Gerente General de la Clínica Internacional, comentó que están construyendo una base robusta de datos con monitoreo permanente para fortalecer su operación interna.
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También en Perú, Gianfranco Salinas, Gerente de Transformación e Innovación de Pacífico Salud, indicó que uno de los grandes desafíos es cerrar las brechas tecnológicas entre instituciones, transformar datos existentes y cambiar la mentalidad organizacional.
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En Colombia, Lizbeth Acuña Merchan, Directora Ejecutiva de Cuenta de Alto Costo del Ministerio de Salud, explicó que su institución cuenta con una bodega de más de 80 millones de registros, y que realizan un seguimiento anual a 9 millones de personas. El objetivo es identificar oportunidades de mejora en procesos clínicos y administrativos, integrando datos de distintos sistemas de información.
Estos testimonios reflejan una realidad compartida en la región: la necesidad de contar con infraestructuras interoperables, personal capacitado y marcos normativos sólidos que acompañen la evolución digital del sistema sanitario.
Inteligencia artificial y datos en salud: oportunidades y riesgos
La inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta con alto potencial para revolucionar la gestión de datos en salud. Puede usarse para detectar patrones, anticipar brotes, mejorar la precisión diagnóstica y optimizar procesos clínicos y administrativos. Sin embargo, su implementación también plantea importantes desafíos.
María Carolina Aguirre Navas, CMIO de la Fundación Cardiovascular de Colombia, explicó que para implementar IA, su institución debió primero trabajar en la alfabetización digital, el uso efectivo de la Historia Clínica Electrónica (HCE) y la construcción de una cultura organizacional centrada en el dato.
Por su parte, Rodolfo Garbanzo Garvey, CMO del hospital Clínica Bíblica de Costa Rica, advirtió sobre la necesidad de prevenir sesgos en los algoritmos y aseguró que se requiere capacitación continua, especialmente en los comités de ética, para evaluar los impactos reales de estas tecnologías.
Desde Brasil, William Nascimento Viana, CMO del Hospital Glória D’Or, describió la operación de una entidad de salud como una “sopa de letras” compuesta por reglas, registros, procesos y actores interconectados. Según él, la innovación tecnológica –ya sea con IA, integración de sistemas o rediseño de procesos– debe permitir hacer más con menos, sin comprometer la calidad.
Desafíos estructurales en América Latina
Aunque las ventajas de una gestión de datos eficiente son claras, la región enfrenta retos estructurales que dificultan su implementación. Entre ellos destacan:
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Fragmentación de los sistemas de información: muchas instituciones trabajan con tecnologías distintas, sin capacidad de integrarse entre sí.
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Falta de estandarización de los formatos de datos, lo que complica el intercambio y análisis cruzado.
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Digitalización incompleta de documentos históricos, aún en papel o en formatos no estructurados como PDF o Excel.
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Escasa inversión en formación digital del personal médico y administrativo.
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Riesgos en ciberseguridad y protección de datos personales, especialmente ante el uso de tecnologías emergentes.
Superar estos desafíos requiere una estrategia integral que combine tecnología, talento humano y políticas públicas efectivas.
Gobernanza, ética y cultura del dato
Una buena gobernanza de datos implica establecer normas claras sobre cómo se recopilan, almacenan, comparten y utilizan los datos. Esto incluye:
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Definir roles y responsabilidades dentro de las instituciones.
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Asegurar la protección de la privacidad del paciente.
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Prevenir sesgos algorítmicos y garantizar la transparencia en el uso de IA.
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Fomentar una cultura del dato, donde cada actor del sistema entienda el valor de la información y actúe en consecuencia.
Este enfoque ético y colaborativo es esencial para que la gestión de datos no solo sea eficiente, sino también confiable y orientada al bienestar del paciente.
Conclusión: hacia un ecosistema de salud inteligente
La transformación digital en salud no es únicamente una cuestión tecnológica, sino un cambio profundo en la forma de entender y gestionar la información. América Latina avanza hacia un ecosistema de salud más inteligente, donde los datos se convierten en el insumo clave para mejorar la atención, optimizar recursos y anticipar riesgos.
Sin embargo, este camino requiere inversión, liderazgo, colaboración entre sectores y un enfoque centrado en el paciente. La experiencia compartida en HIMSS25 demuestra que, si bien los desafíos son grandes, las oportunidades son aún mayores.