Entrevistamos a Rafael Ospina, médico digital colombiano que actualmente reside en España, y es director de Ateneo Digital, compañía especializada en programas de engagement para médicos y personal de la salud a través de e-learning, que ya ha impactando a más de 500.000 profesionales sanitarios en 14 países. La empresa también hace foco en marketing digital farmacéutico.
En el marco de una interesante entrevista, conversamos sobre transformación digital y cambio cultural en el ámbito de la salud, competencias digitales clave para profesionales del sector, tendencias en e-health y el futuro de la medicina.
Sobre las recomendaciones para avanzar en la transformación digital
El sector salud está avanzando con una mayor aceleración que en otros tiempos hacia la transformación digital. Un proceso que involucra la necesidad de trabajar en paralelo la adaptación a los cambios tecnológicos y su apropiación, por parte de los profesionales de la medicina.
La transformación cultural requiere de un proceso bien estructurado y un paso a paso muy específico sobre la forma en la que tenemos que llevar al equipo a una cultura digital.
Lo primero es obviamente hacer un diagnóstico adecuado de la situación actual en la que está el equipo y la organización.
Ese diagnóstico nos tiene que revelar la madurez digital de los colaboradores, de la infraestructura tecnológica y de los demás procesos y, digamos, unidades de apoyo que tiene la organización.
Una vez se haga este diagnóstico, el siguiente paso es alinear las expectativas de la organización con los equipos y los colaboradores para lograr ese fin último nuevo.
El siguiente paso es nombrar unos líderes idóneos que sean capaces de mover a los equipos a esta transformación digital desde la cultura.
Y finalmente tener unos indicadores corporativos que vayan hacia ese fin del cambio cultural, es decir, unos que estén específicamente destinados al cambio de la cultura.
Entonces, la recomendación de Rafael, es iniciar este proceso de transformación cultural para encontrar ese verdadero norte de TI. Ese verdadero norte de la infraestructura y del servicio tecnológico que quiere y desea desarrollar la institución.
Los tres pilares de inversión
Obviamente esto implica una inversión en TI, pero esta inversión siempre tiene que ser pensada en el consumidor o en el paciente, siempre centrada en el paciente final. Esto se manejaría bajo tres pilares:
- El primero y muy importante es encontrar la mejor interoperabilidad que tendría la organización basada en los estándares internacionales y locales. Y que se cumpla con ella. Es fundamental tenerlo como un pilar de la cultura.
- Lo segundo apunta a que cualquier cambio cultural necesita de una formación y una maduración de los equipos y de las personas. Y esto se hace a través de la educación y la recordación permanente. Entonces hay que tener un plan de educación y ejecutarlo para que logremos hacer el cambio cultural.
- Finalmente que se vean los resultados. Que la gente vea que los procesos se están automatizando y que realmente les está liberando tiempo muerto o tiempo muy operativo al equipo, para que logren ver esa recuperación o ese beneficio que tiene cada uno de los involucrados, al final de todo el proceso. Porque si no ven que les beneficia a ellos en su trabajo diario, no va a haber un cambio cultural.
¿Qué importancia tiene capacitar a los profesionales de la salud en la incorporación de competencias digitales?
La capacitación y la educación es nuestra gran expertise en Ateneo Digital. Y la máxima recomendación que daría es hacer primero un diagnóstico de cómo está la formación y las habilidades de los colaboradores y los equipos en cada organización.
Ese diagnóstico es muy sencillo de hacer. Básicamente consiste en reunir a los equipos y lograr hacer una encuesta o una evaluación de las habilidades y competencias digitales. Por otro lado, evidenciar en el trabajo diario que esas competencias se están haciendo. No solamente es hacer preguntas, sino también evidenciarlo en el trabajo del día a día.
Con estos dos insumos tenemos un diagnóstico de hacia dónde debemos llevar la capacitación para lograr la transformación cultural. Y sobre todo, como organización, después de tener ese diagnóstico, identificar cuáles son las habilidades que hacen falta en los profesionales de la salud y en los equipos de trabajo, para que se enfoque la formación en construir esas competencias.
¿Cómo se implementa un plan de capacitación como el que señala?
Haciendo cursos presenciales y virtuales que permitan que el conocimiento se quede en la organización. Cursos que sean repetitivos y que logren evaluar al final, en el puesto de trabajo, que evidentemente el colaborador ya cambió su conducta y tiene incorporada la competencia requerida.
Una recomendación adicional muy importante está relacionada con un estudio publicado en la revista Educación Médica, que analiza cuáles son las competencias básicas que deberían tener los profesionales de salud.
A partir de esos resultados se podría empezar a hacer un plan de formación muy fácil y rápidamente, para poder “digitalizar” al personal del sector salud, considerando varios pilares:
- Alfabetización digital en salud para los profesionales.
- Gestión eficaz de la información científico-sanitaria.
- La comunicación sanitaria o la comunicación en salud.
- La creación de contenido digital.
- El trabajo colaborativo digital.
- El análisis y el manejo de los datos digitales.
Con esas seis dimensiones, un profesional de salud estaría en la capacidad de desarrollarse como un profesional digital en salud y esto le daría tranquilidad a la organización.
A partir de nuestra experiencia formando al personal sanitario, para construir competencias digitales en el ámbito de la salud, podemos confirmar que ésta es una ruta muy sencilla de aplicar, y que recomendamos desde Ateneo Digital para las organizaciones de la salud que necesitan transformar a sus equipos.
¿Cuáles son las principales tendencias que usted identifica en el ámbito de la salud digital?
La transformación digital en el sector salud se ha venido incrementando progresivamente entre 2019 y 2023. De hecho, el 75% de las instituciones sanitarias han venido aumentando su inversión en tecnología y digitalización.
En 2024 se espera que el 86% de las organizaciones de salud incrementen su inversión en IT.
Es decir, que la institución que no esté invirtiendo en tecnología y transformación digital, está fuera del mercado. A partir de lo cual, obviamente se espera que en los próximos años, el 100% de las organizaciones de la salud estén adecuadamente digitalizadas.
Otro dato importante. En 2024, 46% de la inversión tecnológica de las organizaciones de la salud se va a destinar a la digitalización y automatización de procesos. El más importante obviamente es la historia clínica digital, en la que se incluye la interoperabilidad y demás funciones, para llevar al fin último de la modernización de los datos en salud de la organización.
En términos puramente tecnológicos, obviamente lo más importante ahora es la inteligencia artificial. Es una mega tendencia.
La segunda tendencia fuerte es la medicina personalizada. Es decir, cómo, a través de los datos digitales y de la gran cantidad de datos que ya tenemos sobre los pacientes, se puede híper personalizar el cuidado, la atención y la sanación de los pacientes.
También están los asistentes médicos digitales y la automatización de procesos, que resuelven tareas administrativas que los profesionales de la salud tienen en su día a día.
Finalmente, y muy importante, los hospitales virtuales permiten llevar el hospital a la casa de los pacientes, para que no tenga que ir hasta el centro de salud a ser atendido. Esta es otra mega tendencia que después del COVID explosionó.
Frente a la resistencia a la transformación digital que pueden presentar los profesionales del sector salud. ¿Cuáles son sus recomendaciones para facilitar su aceptación de la tecnología y vencer los procesos naturales de resistencia al cambio?
Este es un tema difícil de exponer porque hay varias brechas que hay que romper.
La primera y más importante en el ámbito de la salud es que nuestro sector, a diferencia de otros, está híper regulado, porque estamos tratando no con negocios ni con alimentos, sino con personas, con pacientes.
Al ser tan regulado, el sector de la salud, por lo general, va un paso o dos pasos por detrás en términos de digitalización, en comparación con los otros sectores.
Entonces, lo primero que hay que tener en cuenta es que vamos un poco más atrasados de lo normal, en comparación con otros sectores, y que este retraso es normal por nuestra híper regulación.
Lo segundo es el cambio generacional. Uno de los puntos más importantes es que los profesionales de la salud y el sector en sí mismo, están sufriendo un cambio generacional, mientras pasamos de la atención en salud real y física a la atención en salud digital. Lo cual mucho tiene que ver con la madurez digital que tienen los profesionales de salud y de otras áreas.
Esta madurez viene en cierta medida por la edad que tienen los profesionales, que están por encima de los 40 años, que son los que hoy están atendiendo y dirigiendo las principales organizaciones de salud. Son una generación que no nació con el mundo digital, sino que tuvo que aprender a involucrarse en el mundo digital.
Mientras que la nueva generación, que viene a partir del año 2025-2026, es una generación de profesionales de la salud que ya nacieron digitales y que se les va a facilitar mucho más ese intercambio con la operación digital.
Entonces, lo primero que hay que tener en cuenta es eso, que a partir de que vaya pasando cada año, ese cambio generacional va a ir ayudando a que los sistemas y las organizaciones sean cada vez más digitales y no haya tanta resistencia ni tanta brecha en este cambio generacional.
Lo segundo es el miedo natural del profesional de la salud, a que puede ser reemplazado por las máquinas y por la digitalización. Un temor que también se expresa en la posibilidad de no aprender a convivir con el mundo digital.
Es muy común en nuestra experiencia, como desarrolladores de cursos virtuales para profesionales de la salud, ver ese miedo en los profesionales del sector. Un temor que los lleva a no involucrarse en los procesos de transformación digital, solamente por el hecho de pensar que pueden ser reemplazados por algún algoritmo, por algún sistema que sea más eficiente y menos costoso que el ser humano.
Entonces, ese miedo también ha hecho una gran barrera, al impedir que se involucren con nuevos sistemas y ayudas digitales.
Pero al final, hay que ver que la digitalización llegó para ayudarnos a quitarnos esas tareas operativas y repetitivas que no nos agregan valor, para dedicarnos a las tareas más importantes, estratégicas y de pensamiento superior.
Si nos dedicáramos como profesionales de la salud a eso, a ponernos realmente a crear y a pensar, y dejar a las máquinas para que hagan lo operativo, estaríamos quitando esa segunda barrera que es el miedo.
Y como mencioné, pero para retomarlo de nuevo, la regulación es muy importante que se vaya actualizando muy rápido. Y como por lo general la tecnología va mucho más rápido que las regulaciones, entonces es importante que utilicemos esas zonas grises en las que la regulación no ha llegado todavía, para potenciar más a nuestros equipos y a nuestras unidades en nuestra organización, y así quitar esas barreras de la resistencia de los profesionales de la salud a la digitalización.
¿Cómo visualiza el futuro de la medicina?
Poniéndonos un largo plazo de 2030, tal vez el referente más importante en el mundo es el Foro Económico Mundial. El organismo que les recomienda a los países en dónde hacer inversiones para el futuro.
Y lo que el Foro Económico Mundial nos dice, entre otras cosas, es que la inteligencia artificial para el 2030 va a ser el gran reinado de la salud. Sobre todo para acceder a múltiples fuentes de datos y revelar patrones de enfermedades y ayudar en el tratamiento y la atención.
¿Qué significa esto? Pues básicamente es hacer que la salud sea predictiva y no correctiva, como lo estamos haciendo ahora.
Hoy, en nuestro modelo, una persona se enferma, y va al hospital o a donde lo atiende su médico para sanarse. Y lo que se pretende hacer con la inteligencia artificial es que sea capaz de predecir lo que posiblemente le vaya a suceder, y en esa predicción atenderse antes para disminuir el riesgo y que nuestras enfermedades no sucedan. Prácticamente que no tengamos que volver al hospital, ese sería el futuro idóneo.
Lo segundo, e importantísimo, es que los hospitales estén en red. Es decir, que la atención esté conectada y que no dependa de que tus datos estén en un sitio, sino que tú tengas tus propios datos y esos datos los puedas compartir con médicos, con hospitales, con la industria farmacéutica, con sistemas de atención, etc.
Que los datos sean tuyos y puedan interoperarse con todos los sistemas y que todos los sistemas estén conectados en red en tiempo real y al mismo tiempo.
Finalmente, un punto bien importante es que la inteligencia artificial ayudará a reducir esos tiempos de espera y de atención en los pacientes muy rápido, porque va a identificar prontamente los riesgos de salud en cada uno de nosotros y mejorará en ese caso la eficacia de los hospitales y sistemas de salud.
Hay otras mega tendencias, pero quisiera enfocarme en estas tres porque son tal vez las más relevantes desde el punto de vista sanitario.
Destacadas:
- Las principales mega tendencias en el ámbito de salud digital son la inteligencia artificial, la personalización de la medicina, los asistentes médicos digitales, la automatización de procesos, y los hospitales virtuales.
- La digitalización llegó para ayudarnos a quitarnos esas tareas operativas y repetitivas que no nos agregan valor, para dedicarnos a las tareas más importantes, estratégicas y de pensamiento superior.