El cambio climático se ha convertido en una de las mayores amenazas que enfrenta la humanidad en la actualidad. Sus efectos no se limitan al medio ambiente, sino que también tienen un impacto significativo en la salud de la población. El aumento de las temperaturas, los fenómenos climáticos extremos y la contaminación del aire son solo algunos de los factores que contribuyen a la aparición de nuevas enfermedades, el empeoramiento de las existentes y la sobrecarga de los sistemas de salud.
En este contexto, el sector asegurador emerge como un actor clave para la mitigación del cambio climático y la protección de la salud pública. Las aseguradoras, con su amplia experiencia en la gestión de riesgos, herramientas financieras y conocimiento del sector salud, pueden desempeñar un papel fundamental.
Sobre el rol del segmento aseguradora para facilitar soluciones
La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) afirma que el sector asegurador es un facilitador de soluciones que pueden impulsar la sostenibilidad social y ambiental frente a las vulnerabilidades y riesgos que afrontan las comunidades y las ciudades.
Las aseguradoras cuentan con información y modelos para monitorear los cambios que están sufriendo los eventos de la naturaleza, como huracanes e inundaciones, y sugerir medidas para mitigar los riesgos.
Desde AMIS señalan que a nivel internacional, es reconocido que los seguros tienen una posición única que puede contribuir a este cambio.
“Se observa que el sector asegurador tiene como principal herramienta las propias pólizas de seguros, que deben tener en cuenta los riesgos climáticos y ambientales del “bien asegurado”. Es por ello que poco a poco habrá que ir internalizando estos elementos a la hora de analizar los riesgos y establecer las condiciones contractuales de las pólizas”, sostienen.
En términos sanitarios, las aseguradoras de la salud y el riesgo laboral también tienen mucho para aportar, en especial desde un enfoque preventivo, teniendo en cuenta la información con la que cuentan a nivel epidemiológico y en relación al registro de enfermedades. Lo cual permite trabajar sobre las condiciones o causas que favorece al desarrollo de determinadas patologías, apuntando en este proceso a lograr ambientes más sanos.
Este es un contexto en el cual la salud digital posee gran injerencia, a partir de su capacidad para analizar grandes volúmenes de datos.
Áreas de impacto
“Las aseguradoras son un agente de cambio importante en tanto el seguro se ha convertido en una herramienta financiera y social fundamental para medir los riesgos, predecirlos y mitigarlos, al mismo tiempo que busca disminuir las brechas de protección para que mayor número de familias y empresas puedan enfrentar los riesgos cambiantes que implican fenómenos como el cambio climático, y mejorar la vida de las generaciones futuras”, aseguran desde AMIS.
En este contexto, el sector asegurador emerge como un actor clave para la mitigación del cambio climático y la protección de la salud pública. Las aseguradoras, con su amplia experiencia en la gestión de riesgos, herramientas financieras y conocimiento del sector salud, pueden desempeñar un papel fundamental en las siguientes áreas:
1) Concienciación y Prevención
- Campañas de sensibilización: Las aseguradoras pueden desarrollar e implementar campañas de sensibilización para informar a la población sobre los riesgos del cambio climático en la salud y promover la adopción de medidas preventivas.
- Educación en salud: Fomentar la educación en salud, especialmente en poblaciones vulnerables, para que comprendan los impactos del cambio climático en su bienestar y puedan tomar decisiones informadas para protegerse.
2) Desarrollo de Productos Innovadores:
- Seguros adaptados al cambio climático: Diseñar y ofrecer seguros específicos para proteger a las personas y empresas frente a los riesgos asociados a eventos climáticos extremos, como inundaciones, sequías o tormentas.
- Seguros de salud sensibles al cambio climático: Desarrollar seguros de salud que consideren los efectos del cambio climático en la salud pública, como el aumento de enfermedades respiratorias o cardiovasculares.
3) Incentivos para la Adopción de Prácticas Sostenibles
- Descuentos y beneficios: Otorgar descuentos en las primas de seguros o beneficios adicionales a aquellos clientes que adopten prácticas sostenibles, como la eficiencia energética o el uso de energías renovables.
- Financiamiento verde: Ofrecer productos financieros específicos para apoyar proyectos de inversión en tecnologías limpias y adaptación al cambio climático.
4) Apoyo a la investigación y la innovación
- Financiación de estudios: Colaborar con instituciones de investigación para financiar estudios sobre los impactos del cambio climático en la salud y el desarrollo de soluciones innovadoras para mitigarlos.
- Promoción de la innovación: Apoyar el desarrollo de nuevas tecnologías y enfoques para la gestión de riesgos climáticos y la adaptación al cambio climático en el sector salud.
Conclusión
El sector asegurador tiene la oportunidad y la responsabilidad de jugar un papel activo en la lucha contra el cambio climático y la protección de la salud pública. Al adoptar un enfoque proactivo y colaborativo con otros sectores, las aseguradoras pueden contribuir a construir un futuro más sostenible y resiliente para las generaciones venideras.
Como nuestro CEO, Luis Navas afirma sobre este tema:
“El sector asegurador, la salud pública y la lucha contra el cambio climático son esenciales para enfrentar los desafíos emergentes y garantizar un mundo más seguro y resiliente para las generaciones futuras”.
Se invita a las aseguradoras, gobiernos, organizaciones internacionales y a la sociedad civil a trabajar juntos para desarrollar e implementar estrategias integrales que aprovechen el potencial del sector asegurador para enfrentar los desafíos del cambio climático y la salud pública.