Interoperabilidad: un desafío esencial para las organizaciones de salud

Intercambiar y utilizar datos en tiempo real con el fin de mejorar la atención, la prevención y el cuidado de la salud, es central para la gestión sanitaria. También para resolver dificultades vinculadas con la saturación de información proveniente de múltiples fuentes.

Así lo expresa una las conclusiones de la Conferencia Anual HIMSS 2023, apuntando directamente al rol esencial que tiene la interoperabilidad para una gestión eficiente de la salud.

¿Qué implica la interoperabilidad?

La interoperabilidad es la capacidad que tienen los sistemas de tecnologías de la información y redes para comunicarse e intercambiar datos entre sí, con exactitud, efectividad y consistencia. Es decir, que todos los actores de un ecosistema –en este caso el sanitario- hablen un mismo idioma.

La Organización Panamericana de la Salud explica que la interoperabilidad permite trascender los límites de una organización para promover una prestación de servicios de salud efectiva, informada y planificada.

Además, posibilita la recopilación integral y segura de las interacciones que tienen los usuarios con los sistemas de atención de la salud. Lo cual favorece a una toma de decisiones más efectiva y basada en información relevante.

“La interoperabilidad permite trascender los límites de una organización para promover una prestación de servicios de salud efectiva, informada y planificada”.

Organización Panamericana de la Salud.

¿Qué condiciones tienen que darse para que exista interoperabilidad?

Para que se produzca la interoperabilidad en los sistemas de salud deben darse dos condiciones: 

  • la definición de los criterios básicos para la interoperabilidad en este ámbito en particular,
  • el acuerdo de estándares para su implementación.

Los gobiernos de los diferentes países tienen el rol de liderar ese proceso de definiciones, en consenso con los actores del ecosistema de salud. 

En el proceso, deben tener en cuenta que uno de los principales obstáculos para la interoperabilidad es la diferencia de prioridades y capacidades de los actores públicos y privados. 

El avance en este proceso se logra mediante la coordinación de protocolos y otros mecanismos, para que se conviertan en un lenguaje común que ofrezca la posibilidad de compartir información entre las partes.

¿Qué importancia tiene la interoperabilidad para la salud digital?

Alfredo Semeniuk, Director Comercial para LATAM de Conexia, señala que la interoperabilidad es una capa a resolver dentro de un proceso de transformación digital

La necesidad a resolver reside en conectar a los actores del ecosistema salud, logrando que todos y cada uno de ellos puedan hablar entre sí. 

Sin embargo, si se efectúa un mapeo de las clínicas, hospitales y sanatorios que existen a 10 kilómetros a la redonda, lo más probable es que cada uno de ellos tenga su propio diseño de procesos. Su propia plataforma tecnológica. 

“Tengo que lograr que el asegurador, que es mi cliente, pueda interconectarse con las distintas plataformas”, destaca Semeniuk. 

En este sentido, sostiene que la capa de la interoperabilidad permite conectarse tecnológicamente. De esta manera, habilita la interacción entre dos actores en tiempo real, y en forma automatizada y sistematizada.

Según refiere el experto, se trata de un problema que todos los países buscan resolver desde hace mucho tiempo. Una de las problemáticas más básicas y esenciales que se deben solucionar en la gestión informatizada de la salud. 

No obstante, Semeniuk precisa que la interoperabilidad es una pequeña capa del problema. “No es la pata más importante”, asegura. 

Es la forma en que se establece la conexión entre plataformas, para que puedan dialogar, en función de la interrelación que se produce en cada proceso entre prestador y asegurador.

Es decir, que la interoperabilidad es la primera capa. Por arriba de ella, está el diseño de los procesos y cómo se hacen de una manera más eficiente.

La interoperabilidad permite a los médicos acelerar y mejorar sus diagnósticos, al contar con el historial médico de los pacientes.

¿Qué son los estándares de interoperabilidad?

Los estándares de interoperabilidad son conjuntos de normas y especificaciones técnicas que definen la forma en que los sistemas de información y aplicaciones deben comunicarse y compartir datos de manera coherente y eficiente.

Al seguir los mismos estándares, los sistemas pueden comunicarse de manera efectiva, compartir datos clínicos y administrativos, y garantizar la consistencia y la integridad de la información.

Establecer la utilización de un protocolo único, sin duda es uno de los principales desafíos que tiene por delante la transformación digital en la salud.

Es por ello que en la actualidad se está trabajando a nivel internacional para lograr que todos los actores del ecosistema de salud transmitan en el mismo protocolo, de una manera estándar, para facilitar la recepción de datos.

Entre los estándares de interoperabilidad en el sector salud se destacan los siguientes:

1. Protocolo HL7 (Health Level 7) 

Ampliamente utilizado en el ámbito de la salud. Define formatos de mensajes y estructuras de datos para intercambio de información clínica y administrativa. Facilita la comunicación entre diferentes sistemas, mejorando la coordinación y calidad de la atención médica.

Estos sistemas pueden ser aplicaciones de registro médico electrónico (EMR), sistemas de información hospitalaria (HIS), sistemas de laboratorio, sistemas de radiología y sistemas de facturación, entre otros.

2. FHIR (Fast Healthcare Interoperability Resources)

Es la versión estadounidense del protocolo HL7. Se lo define como un estándar emergente que utiliza una estructura basada en recursos y una arquitectura web para facilitar el intercambio de datos clínicos en tiempo real. 

3. DICOM (Digital Imaging and Communications in Medicine)

Su foco está puesto en la comunicación y el intercambio de imágenes médicas, como radiografías, tomografías computarizadas, resonancias magnéticas y ultrasonidos.

4. SNOMED CT (Systematized Nomenclature of Medicine Clinical Terms)

Es un estándar de terminología clínica. Proporciona un conjunto de códigos y conceptos médicos estandarizados, para describir condiciones clínicas, procedimientos, medicamentos y otros aspectos de la atención médica.

5. IHE (Integrating the Healthcare Enterprise)

Es una iniciativa global que promueve la interoperabilidad entre sistemas de información y aplicaciones de salud. Define perfiles de integración que especifican cómo los diferentes estándares pueden combinarse y utilizarse en conjunto, a fin abordar casos de uso específicos.

El objetivo de los protocolos de interoperabilidad es poder contar con información consolidada de los pacientes, que hoy está fragmentada.

Interoperabilidad: un reto para las organizaciones de la salud

Uno de los principales desafíos que se presentan en el ámbito de la salud en América Latina, es avanzar en la interoperabilidad de los sistemas.

Particularmente en Colombia, la Dra. Sandra Escobar Espinosa, Healthcare Consultant Lead de Conexia, destaca la importancia de poder contar con una sola historia clínica nacional. 

El objetivo es tener la información consolidada de los pacientes en un solo formato; sin embargo, actualmente está fragmentada.

Graficando la situación, la experta manifiesta que el médico debe reportar un mismo dato hasta seis veces en seis sistemas de información diferentes. Además del tiempo que demanda el proceso, está modalidad de carga puede generar errores al cruzar información. 

“Eso es algo que se tiene que mejorar. Porque es un desgaste estar cargando lo mismo una y otra vez. Y, además, porque es necesario dotar de estabilidad a la información”, advierte Escobar Espinosa.

“El reto está en poder hacer la integración y facilitar la disponibilidad de todos los datos, desde lo administrativo y hasta todo lo asistencial”, asegura. 

Compromiso con la interoperabilidad

A la interoperabilidad entre los actores del sector de la salud, Conexia la resolvió hace muchos años y la viene implementando con éxito en cada proyecto.

¿Cómo? Integrando sistemas informáticos del cliente (como un ERP), a través de interfaces de programación de aplicaciones (APIS).

“No nos hemos encontrado con un caso donde la integración sea directa y sin ningún esfuerzo, siempre hay que hacer ajustes”, apunta Luis Navas, CEO de Conexia.

En este sentido, Alfredo Semeniuk informa que la empresa trabaja también con otras capas de mayor valor, que hacen foco en cómo lograr una mejor gestión de las organizaciones de salud.

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